El té negro es el té más consumido entre los tés. Pero, ¿cómo obtiene su color y sabor característicos?
Después de recoger las hojas de té en las plantaciones, las hojas se trituran, liberando jugos y enzimas. Por contacto con el oxígeno, las enzimas hacen que el color de las hojas de té cambie de verde a marrón oscuro y negro. Este proceso se llama oxidación.
Al secar las hojas de té, el proceso de oxidación se detiene y el té negro finalmente conserva su color, sabor y aroma característicos.